Objetivo: En algunos Servicios de Emergencias de la CCSS, a los pacientes con infarto agudo de miocardio se les administra una dosis alta -aunque variable- de lovastatina en las primeras horas de evolución de los síndromes coronarios agudos, con la expectativa de lograr efectos pleiotrópicos, un resultado positivo sobre el endotelio y la disminución de mediadores inflamatorios. Analizar la evidencia científica que sustenta el beneficio de esta intervención farmacológica y clarificar la posible dosis oral y el potencial intervalo idóneo. Búsqueda vía electrónica en sistemas secundarios de información científica y análisis de fuentes primarias, con énfasis en ensayos clínicos aleatorizados que evalúen la eficacia de las estatinas en los eventos coronarios agudos; también de fuentes terciarias, específicamente revisiones sistemáticas y guías de consenso para práctica clínica basadas en evidencia y revisiones por instancias evaluadoras de tecnologías con reconocimiento internacional. Resultados: Cuatro ensayos clínicos aleatorizados controlados con placebo, no demostraron diferencias significativas ni clínicamente relevantes en la variable primaria combinada: evento cardiaco mayor, muerte, IAM recurrente fatal, AVC fatal u otra causa de muerte cardiovascular, ninguno usó dosis de carga, ni se inició la administración en las 24 hs del inicio de la sintomatología. Conclusión: Ante la falta de evidencia que permita proyectar con claridad un papel beneficioso para las estatinas en el manejo inicial del síndrome coronario agudo, esta práctica desequilibra la relación beneficio/riesgo y se aleja de los principios del uso racional de medicamentos y la aplicación del paradigma de la medicina basada en evidencia.
Aim: It has been observed that in some emergency services it has become a common practice to prescribe a high but variable loading dose of statins to patients with acute myocardial infarction within the first few hours from the onset of symptoms, under the premise that this will help reduce inflammatory mediators and have a positive effect over the endothelium, and by doing so reduce the risk of recurrent ischemic events. To review the scientific evidence that could support this practice and help clarify the optimum dosage. Methods: For the process of documenting the evidence, we searched through scientific information databases to find sources of primary information, giving emphasis on randomized clinical trials that evaluated the efficacy of statins. We also searched through tertiary sources of information specifically looking for systematic reviews and recommendations made by internationally referenced technology evaluating institutes. Results: Four random clinical trials (RCT) were found controlled with placebo, neither of them found any significant differences for their primary end point: mayor cardiac event, death, fatal acute myocardial infarction, fatal stroke or other cause of cardiovascular death. None of the RCT used the statin at a loading dose or within the first 24 h from the onset of symptoms. Conclusion: Due to the lack of evidence that would let us project with clarity a beneficial role for therapy with statins in the initial management of acute coronary syndrome, it’s considered that the risk/benefit ratio moves away from the rational use of medicines and the application of the Evidence Based Medicine paradigm.