La mucormicosis es una enfermedad emergente grave, producida por hongos saprófitos del orden Mucorales, que afecta fundamentalmente a pacientes inmunocom-prometidos. La forma cutánea se origina por inoculación de esporas dentro de la dermis con el subsecuente desarrollo de una lesión tipo ectima, generalmente única y de evolución rápidamente progresiva, por las características angioinvasoras del hongo, que determina amplias zonas de infartos y necrosis en los tejidos. Presentamos el caso de un paciente con cuatro años de edad, con diagnóstico de leucemia linfoblástica aguda, en quimioterapia de inducción, que cursó con neutropenia profunda y prolongada, presentando una lesión cutánea en el codo compatible con ectima gangrenoso. Recibió tratamiento antimicrobiano y antifúngico, asociado a un aseo quirúrgico. El cultivo para hongos demostró crecimiento de Rhizopus microsporus var oligosporus, y la histología concluyó presencia de hifas no septadas. El estudio de extensión descartó compromiso óseo, sinusal y cerebral. Completó 40 días de terapia antifúngica con anfotericina B deoxicolato, evolucionando satisfactoriamente. Posteriormente requirió injerto dermo-epidérmico. Si bien esta patología es infrecuente, debemos sospecharla en pacientes con neoplasias hematológicas, para establecer un diagnóstico etiológico oportuno, ya que el tratamiento contempla el desbridamiento quirúrgico precoz asociado a antifúngicos sistémicos, siendo de elección anfotericina B.
Mucormycosis is an increasingly emerging life-threatening infection and is an important cause of morbidity and mortality in patients with leukemia. We present the case of a 4-year-old boy with an acute lymphoblastic leukemia complicated by severe and prolonged neutropenia during induction chemotherapy, who developed cutaneous mucormycosis of the elbow. Direct microscopy with KOH and the histopathologic observation of the skin revealed fungal hyphae without septations. The cultures were positive for Rhizopus microsporus var oligosporus. The patient was treated succefully with amphotericin B during 40 days, surgical debridement and dermoepidermic graft. Early recognition and prompt intervention with combined medical and surgical treatment may improve the outcome. The most common management strategy in survivors involves a combination of antifungal therapy with amphotericin B and surgical debridement.